El mejor desayuno para tener una vida sana y una dieta equilibrada

Hay quien dice que el desayuno es la comida más importante del día, y aunque esta frase está abierta a mucho debate, lo cierto es que la importancia de un buen desayuno parece haber quedado en un segundo plano. Muchos prefieren apurar un poco más en la cama y levantarse con el tiempo justo para prepararse para ir a clases o al trabajo. Así que al final desayunan allí o simplemente se toman un café con una tostada, algo que desde luego no es lo más recomendable. El desayuno debe ser una comida copiosa, con variedad de alimentos, y por supuesto, saludable. Aquí te vamos a mostrar algunos trucos para conseguirlo.

La alimentación es, junto con el ejercicio, el pilar fundamental para llevar una vida sana. Seguir una dieta equilibrada no significa pasar hambre o privarnos de cualquier cosa que nos guste, sino tratar de equilibrar las calorías que consumimos y sobre todo, tratar de combinar alimentos de todo tipo, que nos ofrezcan nutrientes, minerales, vitaminas, azúcares no procesados, proteínas… Hoy en día cuidarse es más fácil que nunca gracias a toda la información que podemos encontrar en la red, aunque esa información también hay que saber filtrarla para no llevarnos sorpresas desagradables. Nosotros nos vamos a centrar en la importancia de un desayuno saludable, exponiendo datos rigurosos.

La importancia de los cereales integrales y la fruta

Una de las alternativas más populares en el desayuno son los cereales, aunque claro, la mayoría opta por opciones que no son demasiado saludables, ya que contienen demasiado azúcar o están muy procesados. Si te gustan los cereales, mejor que sean integrales y con alto contenido en fibra, como la avena, por ejemplo. Son alimentos muy nutritivos, que además sacian bastante y nos dan mucha energía para el resto de la mañana. Por supuesto, el aporte de fibra es importante para una adecuada regulación de nuestro sistema digestivo. De la misma forma, la fruta también nos aporta esa fibra, además de otros nutrientes y vitaminas imprescindibles. Ambas son opciones excelentes para combinar en nuestro desayuno.

 

Desayunar verduras frescas

Las verduras también son un alimento importantísimo en cualquier dieta saludable, y podemos incluirlas incluso en el desayuno, aunque a algunos les parezca raro. No lo es tanto, ya que es bastante habitual tomar tomate triturado, o podemos también optar por unas verduras hervidas, como zanahorias y champiñones. Las opciones son muy interesantes y se pueden combinar con fruta o cereales, para empezar el día con toda la fuerza necesaria para llegar muy lejos. Desayunar verduras puede ser una buena forma de empezar a meter más alimentos de este tipo en nuestra dieta, imprescindibles por otra parte para mantener una buena salud por todo lo que aportan.

 

Leche, yogourt, frutos secos

Otras opciones populares son los yogures, la leche y los frutos secos. Los dos primeros alimentos son  lácteos, y son beneficiosos para nuestro cuerpo pero hasta cierto punto. Por ejemplo, es mejor tomar la leche sola que ponerle un poco de cacao instantáneo, ya que viene con mucho azúcar. Si la leche es desnatada o semi, mucho mejor. Lo mismo ocurre con los yogures, cuanto más naturales mejor, para que no haya un exceso de azúcar o procesados. En cuanto a los frutos secos, son una nutritiva y saciante alternativa para aquellos que busquen un poco más de sabor. Nueces, pistachos, avellanas, los frutos secos gustan a cualquiera y también pueden venir muy bien en el desayuno.

 

Ventajas y desventajas de los “desayunos a la inglesa”

Existen los english breakfast, llamados aquí desayunos completos o desayunos a la inglesa, que suelen ser mucho más contundentes que los que tomamos por aquí. De hecho, lo natural es que el desayuno se componga de un par de salchichas, un huevo frito, panceta, una rodaja de tomate, judías estofadas, pimientos y en algunos casos también una pequeña pieza de patata llamada scone. Es un desayuno completísimo, desde luego, y aporta mucha fuerza y vitalidad, además de ser bastante variado, pero también tienes sus desventajas. Por ejemplo, el exceso de grasas saturadas que suponen las salchichas y sobre todo el bacon, o el hecho de que muchas veces la scone de patata también venga frita.

 

Los problemas de no desayunar por las mañanas

Habrá quien piense que la importancia del desayuno no es tanta y que ya puestos, casi pueden saltárselo o tomar simplemente un café y listo. Además, así adelgazan por tomar una comida menos. Sin embargo, comer algo nutritivo en el desayuno es imprescindible para que nuestro día empiece bien, porque al final no vamos a comer de forma contundente hasta pasado el mediodía, y normalmente llevaremos muchas horas sin haber comido nada, desde la cena de la noche anterior. Es el periodo más largo que pasamos sin comer, y no podemos saltarnos también esa comida, porque los prejuicios serán mucho más graves que cualquier ventaja que podamos obtener.